Para ejecutar este ejercicio no necesitamos ningún material específico, únicamente una pared en la que apoyaremos nuestra espalda. Apoyando bien las plantas de los pies y los talones, bajaremos hasta formar un ángulo de 90º en nuestras rodillas las cuales no sobrepasarán las punteras de los pies. Además alinearemos nuestras punteras en la misma dirección que nuestras rodillas.
Te invito a que intentes cada día aguantar el máximo tiempo posible en esta posición. Una vez que no puedas mantener la postura baja y descansa. Hay que hacerlo bien, no vale hacerlo con una incorrecta postura. Dile a un familiar que te cronometre cada día controlándote la postura como la de la imagen que aparece arriba. Registra los resultados diarios en una tabla como la que te dejo a continuación y mira como progresas. Puedes intentar convencer a las personas que te rodean para que también lo hagan.
Sigue entrenando tu cuerpo y tu mente, cada vez seremos mejores. ¡Supérate a ti mismo!
No hay comentarios:
Publicar un comentario